viernes, 13 de marzo de 2009

Desde la distancia...

Alejado. Dejando que el espacio fluya entre el que observa y lo observado. Te sientes como un simple turista observando un cuadro, en un museo. Lo que ves al otro lado del marco, te deja frío. Rara vez llegas a conectar con lo que ves. Normalmente ni siquiera te gusta. Te sientes mejor, que ellos. Superior a ellos. Mejor, por saber situarte al otro lado del cuadro. Superior por saber que hay otro lado.

“Gracias insomnio, por haberme traído hasta esta hora, cuando sobre los cielos va expandiéndose la luz rosada del amanecer [...] Sé que lo mejor de mi es lo que me hace capaz de sentir esta emoción, lo que me hace reconocerla y amarla; lo que me ha llevado, eligiendo, a hacer mío lo mejor. [...] Eligiendo ser mejor. Y olvidando lo que era inferior, lo que merecía morir. Sí. No ha sido en vano. Que más da ya todo. Llegar a esta mañana, sentir así, aún, ahora... No ha sido en vano. Soy digno de esta luz”

J.M. Álvarez