sábado, 7 de abril de 2012

Acre...

Es cierto, no he pasado hambre. No he tenido que mal vivir ni dormir en las calles. No sé lo que es vivir preocupado por llegar a mañana. Tampoco he vivido ninguna guerra, ni mis padres me pegaban de pequeño. Mis cicatrices no son tan visibles. Para los que han vivido algo de lo anterior, serán incompresibles.

 Nada me ha hecho tener esta visión critica, y pese a todo la tengo. No voy a pedir perdón por lo que no he podido vivir. No está en mi mano cambiarlo, y de poder, no sé si lo haría. Lo que sé es que la mayoría de gente con mis facilidades no esta aquí, sentado solo, en una ciudad que no es suya, escribiéndole a una puesta de sol.