martes, 19 de mayo de 2009

Pompas de jabón...

En mi soledad, en mi mundo, observo a la gente inmersa en su quehaceres cotidianos. No puedo evitar ver la fragilidad de toda esa red, que la gente teje día tras día. Pasando por alto las cosas que importan, y dándole trascendencia a las banales. Procuro no caer en la misma trampa, y por eso veo el mundo desde mi pompa.

Mi vida no interacciona apenas con las de el resto. Evito así el contagio que supondría pensar como ellos. Desde mi rincón, me entretengo creando pompas de las que me alimento, viendo el mundo desde su interior. Resplandecientes, protectoras, livianas, y frágiles. Muy frágiles. Tanto, que cuando se produce ese pequeño estallido, me precipito de nuevo al suelo, para encontrarme solo. Fuera de órbita. Y desde los restos de jabón me planteo, como sería este mundo sin mí...

domingo, 17 de mayo de 2009

Ninfas de verano...

Una risa rompe el silencio de una joven noche de verano. Picaresca y complicidad, flotan en el ambiente. No todos duermen. Juegos de palabras bajo un edredón. Manos que tantean nuevas fronteras, haciéndolas suyas. Comentarios burlones sobrevuelan la habitación. Las espadas están en alto.

Ya ha vuelto...

domingo, 10 de mayo de 2009

Desde una esquina...

El día parece tener más horas cuando no sabes aprovecharlas. El tiempo se detiene y se ríe en mi cara al ver el mal uso que hago de él. Incapaz de concentrarme en nada por más de dos minutos, pensamientos fugaces me abordan. Entran en mi cabeza, pero ni siquiera se quedan el tiempo necesario para poder reflexionar sobre ellos. Se ha abierto una brecha en mi rutina, y el vacío ha tomado gran parte de los días. Apático. Me arrastro por los pasillos de mi casa, reencontrándome en cada esquina que miro. Asomo de vez en cuando la cabeza para ver si el sol sigue ahí fuera... Necesito tiempo para reinventarme. Y detrás de todo ese vacío se entrevé en la lejanía, un nuevo horizonte...

Un horizonte blanco...

Reflexiones de madrugada...

Con que facilidad, se puede pasar del éxtasis, al declive. Con que poco nos venimos abajo, y aun con menos, nos recuperamos, para volver a caer. Estos estados cambiantes, son agotadores para los que los sufrimos, y como siempre, está en nuestras manos el evitarlo. Nos ilusionamos, pensando que el día a día será más llevadero si tienes una meta o un objetivo al final del pasillo. Pero ese pasillo, se va haciendo cada vez mas largo, y aunque corramos hacia la luz, nunca la alcanzamos. La luz, es el bienestar absoluto, la paz interior, la satisfacción plena. Y nunca la encontraremos mediante logros, al menos, no indefinidamente. La única forma de estar satisfecho con uno mismo, es comprendiendo que no necesitamos nada más que a nosotros mismos para estar satisfechos. En paz, sin necesitar nada, ni nadie. Toda ilusión a corto o largo plazo, nos aleja de nuestro verdadero objetivo. No necesitarlo. Sentirse bien con lo que uno tiene y con lo que uno es.

Dicho esto, ¿como coño voy a encontrar a alguien por el que darlo todo, si a la vez pretendo no necesitar a nadie en mi vida?

Choque de ideas... ¿Acaso pretendo formar con esa persona, una unidad autosuficiente, como la que no he sido capaz de hacer solo? No creo, porque a mi entender, seria algo que me privaría de seguir formándome como individuo. Se que no es cierto. Se que pasar tiempo con una persona afín hace que puedas sacarle más partido a cada momento. Pero para eso, aún queda. Antes tengo que vivir mucho por mi cuenta, y eso hace que no me considere completo ni satisfecho con la persona que todavía soy.

Las canciones de la radio tendrán que seguir esperando...

martes, 5 de mayo de 2009

Vacío...

Los días se van aconteciendo, y las ganas de plasmar mis pensamientos en el papel aumentan. Le echas la culpa a la rutina de no encontrar un buen momento para pararte a desparramar sobre todo lo que te incomoda y sobrecoge. Los días siguen pasando. Desperdicias grandes momentos de reflexión, tirado sin hacer nada, hasta que un buen día te das cuenta, de que la rutina no se ha llevado el tiempo, sino los temas sobre los que reflexionar. Estás vacío.

Se han ido los temas, pero no tus ansias por observar. Sigues inquieto por ver lo que los demás no ven, por sentir lo que los demas no sienten. Pero esa inquietud no sabe canalizarse. Miras lo que te rodea, pero tanto tiempo dejándote llevar, ha hecho que ya no sepas apreciarlo desde un punto de vista propio. Se me ha olvidado como mirar el mundo... Pero, ¿que mejor momento para redescubrirlo?

Me sigo gustando...