Ese momento
en el que te das cuenta
de que lo podrias haber arreglado todo
con un beso y un abrazo.
lunes, 22 de julio de 2013
Positivismo...
Positivismo estúpido.
Sonrió por que si. Soy consciente de que este estado transitorio, es mucho mas desequilibrado que el normal, apático. Quizás por eso me gusta. Las cosas salen solas. Sonrisas fáciles y maldad. Mucha maldad.
Creo que si se tuviese que definir a una persona como buena o mala, se debería de mirar las cosas con las que disfruta. Una simpleza. Si cuando disfruta hay malicia en su sonrisa, o si por lo contrario, cuando sonríe la bondad le llena el semblante.
Menuda estupidez. Bien puedo mandar a tomar por saco todo lo que acabo de escribir. ¿Quien me lo iba a decir? Resulta que al final no estoy de tan buen humor.
Sonrió por que si. Soy consciente de que este estado transitorio, es mucho mas desequilibrado que el normal, apático. Quizás por eso me gusta. Las cosas salen solas. Sonrisas fáciles y maldad. Mucha maldad.
Creo que si se tuviese que definir a una persona como buena o mala, se debería de mirar las cosas con las que disfruta. Una simpleza. Si cuando disfruta hay malicia en su sonrisa, o si por lo contrario, cuando sonríe la bondad le llena el semblante.
Menuda estupidez. Bien puedo mandar a tomar por saco todo lo que acabo de escribir. ¿Quien me lo iba a decir? Resulta que al final no estoy de tan buen humor.
La sombra del perdedor...
Sé como ganar, es todo un juego. Las reglas son sencillas. Están ahí, para el que sabe mirar. Para el que no le importa perder, y no le obsesiona ganar.
Y es que ganar, a la larga, sabe a poco. Quizás a nada. Es un vicio innoble que convierte la adicción en ansiedad y los triunfos en orgullo de ancianos. Si te crees victorioso, eres el primer fracasado. Y si los coleccionas, te vuelves su esclavo.
No es que no me guste ganar. Me encanta. Pero hay algo en la derrota que la hace tan dulce y miserable...
No. No me puedo resistir ante el embrujo de la derrota. Y es que, la sombra del perdedor siempre es más honda...
..
Y es que ganar, a la larga, sabe a poco. Quizás a nada. Es un vicio innoble que convierte la adicción en ansiedad y los triunfos en orgullo de ancianos. Si te crees victorioso, eres el primer fracasado. Y si los coleccionas, te vuelves su esclavo.
No es que no me guste ganar. Me encanta. Pero hay algo en la derrota que la hace tan dulce y miserable...
No. No me puedo resistir ante el embrujo de la derrota. Y es que, la sombra del perdedor siempre es más honda...
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"Are you such a loser, that you can't tell when you've won?"
Verborrea...
Si algo me asusta es la temporalidad de las cosas. Nada dura. Ni siquiera la vida dura una vida.
Y es que al final de cada pregunta, en cada respuesta, siempre te encuentras con ese muro ciego que es la intrascendencia. Estamos aquí para que los que no piensen, disfruten de su ignorancia, mientras el resto no salgamos de ese bucle: Porque tenemos la capacidad de preguntarnos si no hay una sola respuesta que te aleje de esa desazón? Esa desazón que te jode vivo. La misma que te espera al despertar y te acuesta cada noche. La de saber que nuestro paso por aquí es completamente banal, y que todo lo que adoramos, ya sean personas, lugares, principios, valores o sentimientos, sera barrido de un soplido como el polvo que somos.
Quien fue la bestia que nos dio el don de la consciencia. Quien nos chafo el pastel y nos permitio sentir, recordar, y establecer un hilo de pensamiento entre lo vivido y lo que queda por vivir. Quien invento la eternidad. Quien nos hizo mirar a ese muro infranqueable de la intrascendencia, para luego tener que afrontar el dia a dia. Un dia a dia tras otro, que nada suma, nada resta, y a nadie importa.
A veces, tu espíritu vuela, y borracho de mentiras pretendes convencerte de que un sentimiento es la razon de toda una existencia. Lo tratas de agarrar y mantener, como quien ha visto la luz, pero sabes que aquello no va a durar, y que es solo una verborrea de vida. Tan peligrosa como cualquier otra droga, y con un sindrome de abstinencia tan fuerte y macabro que hace que locos como yo desvaríen durante horas, ante un papel tan blanco como este.
Y es que al final de cada pregunta, en cada respuesta, siempre te encuentras con ese muro ciego que es la intrascendencia. Estamos aquí para que los que no piensen, disfruten de su ignorancia, mientras el resto no salgamos de ese bucle: Porque tenemos la capacidad de preguntarnos si no hay una sola respuesta que te aleje de esa desazón? Esa desazón que te jode vivo. La misma que te espera al despertar y te acuesta cada noche. La de saber que nuestro paso por aquí es completamente banal, y que todo lo que adoramos, ya sean personas, lugares, principios, valores o sentimientos, sera barrido de un soplido como el polvo que somos.
Quien fue la bestia que nos dio el don de la consciencia. Quien nos chafo el pastel y nos permitio sentir, recordar, y establecer un hilo de pensamiento entre lo vivido y lo que queda por vivir. Quien invento la eternidad. Quien nos hizo mirar a ese muro infranqueable de la intrascendencia, para luego tener que afrontar el dia a dia. Un dia a dia tras otro, que nada suma, nada resta, y a nadie importa.
A veces, tu espíritu vuela, y borracho de mentiras pretendes convencerte de que un sentimiento es la razon de toda una existencia. Lo tratas de agarrar y mantener, como quien ha visto la luz, pero sabes que aquello no va a durar, y que es solo una verborrea de vida. Tan peligrosa como cualquier otra droga, y con un sindrome de abstinencia tan fuerte y macabro que hace que locos como yo desvaríen durante horas, ante un papel tan blanco como este.
Desvanes...
No es el dolor lo que me asusta,
sino el vacío que lo sigue.
La ausencia.
Un mundo de silencio.
sino el vacío que lo sigue.
La ausencia.
Un mundo de silencio.
Haciendo bulto...
Tú,
que te cobijas de las sombras
con la mediocridad de los que te rodean.
Tú,
que tanto temes al silencio,
hazte un favor,
a ti y al mundo.
Enciérrate en casa
y urga en tus abismos.
Deja que esos miedos te invadan, y te digan quien eres.
Saca la cabeza del cubo,
o al menos
ten el valor de llenarlo antes.
A veces echo de menos los desvanes.
que te cobijas de las sombras
con la mediocridad de los que te rodean.
Tú,
que tanto temes al silencio,
hazte un favor,
a ti y al mundo.
Enciérrate en casa
y urga en tus abismos.
Deja que esos miedos te invadan, y te digan quien eres.
Saca la cabeza del cubo,
o al menos
ten el valor de llenarlo antes.
A veces echo de menos los desvanes.
viernes, 3 de mayo de 2013
Mirando al mar...
Recuerdos que nunca tuve
vienen a mi,
tan emotivos y fugaces
que no importa que no sean míos...
Mirando al mar soñé
que estabas junto a mi.
Mirando al mar,
yo no sé que sentí,
y acordándome de ti,
lloré...
vienen a mi,
tan emotivos y fugaces
que no importa que no sean míos...
Mirando al mar soñé
que estabas junto a mi.
Mirando al mar,
yo no sé que sentí,
y acordándome de ti,
lloré...
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