Promesa del ocaso.
Cultivo de la curiosidad,
solo cosecha desasosiego.
Abanico incierto,
infinito y etereo.
Me entumece
si está abierto.
Me asfixia si se cierra.
Abismo de esperanza.
Mis yos se pierden
al otro lado del espejo.
Nostalgia
de vidas no vividas,
recriminan mi quietud.
Incapaz de escoger,
un día más,
me mortifican.
Precario porvenir.
Mi reflejo me compadece
testigo de la impotencia,
mientras el eco
susurra:
"solo una..."
lunes, 22 de febrero de 2010
lunes, 15 de febrero de 2010
Delirios de trascendencia...
Versos,
venir a mi.
Darme alas
para alejarme
de esta
mediocridad
que me rodea.
Dejarme ser eterno
mientras os recito.
Seguir descubriendo en mi,
ese yo
al que aspirar.
Versos,
venir a mi,
porque entre los pliegues
de mi soledad,
sé que hay belleza.
venir a mi.
Darme alas
para alejarme
de esta
mediocridad
que me rodea.
Dejarme ser eterno
mientras os recito.
Seguir descubriendo en mi,
ese yo
al que aspirar.
Versos,
venir a mi,
porque entre los pliegues
de mi soledad,
sé que hay belleza.
sábado, 6 de febrero de 2010
Aquilonia...
Tus ojos,
en mis ojos.
Estallido
de armonía y complicidad.
Me pierdo
entre una eternidad de destellos
que brotan,
vibrantes.
No sé,
cuanto de mi
hay en esos pozos de esperanza;
Que es tuyo,
y que es reflejo
de lo que en mi inspiras.
Solo sé,
que en tus ojos,
siempre es primavera.
"Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos"
en mis ojos.
Estallido
de armonía y complicidad.
Me pierdo
entre una eternidad de destellos
que brotan,
vibrantes.
No sé,
cuanto de mi
hay en esos pozos de esperanza;
Que es tuyo,
y que es reflejo
de lo que en mi inspiras.
Solo sé,
que en tus ojos,
siempre es primavera.
"Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos"
Neruda
martes, 2 de febrero de 2010
Oblivion Rings...
En silencio
leo sus nombres.
Hiel, en el paladar.
Vidas
cubiertas de musgo.
Miradas
cautivas en mármol
de ángeles dolientes,
que narran tragedias
de otros tiempos.
Cada fecha,
una historia.
Una especulación,
tan real
comos los escalofríos
que trepan por mi espinazo.
Camino,
inmerso en un mundo
que no entenderé,
mientras siga en este.
Pensamientos,
en voz baja
susurran mi mente.
Algo me dice
que aquí,
los recuerdos valen más
que las palabras.
Mil ojos me observan,
mientras corto el aire
con cada paso.
No es la muerte
lo que acecha
en este bosque de piedras,
sino la certeza del Olvido,
que nos hace leer
nuestro nombre
en cada tumba.
Aceptando lo inevitable,
me imbuyo
de la paz
que mana de este camposanto,
y respiro así
los límites de mi propia existencia.
a Vladimir
"Mi nacimiento no trajo nada a este mundo y mi muerte no disminuirá ni su esplendor, ni su belleza"
Omar Jayyam
leo sus nombres.
Hiel, en el paladar.
Vidas
cubiertas de musgo.
Miradas
cautivas en mármol
de ángeles dolientes,
que narran tragedias
de otros tiempos.
Cada fecha,
una historia.
Una especulación,
tan real
comos los escalofríos
que trepan por mi espinazo.
Camino,
inmerso en un mundo
que no entenderé,
mientras siga en este.
Pensamientos,
en voz baja
susurran mi mente.
Algo me dice
que aquí,
los recuerdos valen más
que las palabras.
Mil ojos me observan,
mientras corto el aire
con cada paso.
No es la muerte
lo que acecha
en este bosque de piedras,
sino la certeza del Olvido,
que nos hace leer
nuestro nombre
en cada tumba.
Aceptando lo inevitable,
me imbuyo
de la paz
que mana de este camposanto,
y respiro así
los límites de mi propia existencia.
a Vladimir
"Mi nacimiento no trajo nada a este mundo y mi muerte no disminuirá ni su esplendor, ni su belleza"
Omar Jayyam
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