lunes, 11 de julio de 2011

CC

Me he releído, de principio a fin, y como siempre, me he gustado. Me he llegado a creer que puedo hacer algo escribiendo, y desde entonces no he sido capaz de hacerlo. Durante semanas me he replanteado mi forma de escribir. Como hemos evolucionado los dos, tanto en estilo como en contenido.

Perdido en tanta jilipollez, casi olvido el sentido de todo esto. El propósito fundamental, que va más allá de cualquier aspiración futura:

Escribo
porque lo necesito.
Porque lo siento.
Porque son mis manos y mis ojos.
Porque es tan mío
como nada.
Porque es mi voz y mi cerebro.

Escribo por que quiero.
Por que lo llevo dentro.
Escribo por que quema...

4 comentarios:

Stephanie Albrecht dijo...

Seguí tus palabras letra por letra, cada una de ellas convirtiéndose en un sentimiento mutuo, o en cierta manera compartido. Es mas, diciendo esto me doy cuenta que no fui yo quien me simpaticé con las palabras, sino quizás ellas conmigo. En fin, tienes una habilidad impresionante de expresarte... Grandioso

Ian Vila dijo...

Siempre es grato encontrar gente con la que compartes perspectivas. Cuídate...

Anónimo dijo...

Escribes porque lo necesitas.

Lo publicas en un blog, porque te encantas.

Pero en tu defensa diré que no eres al único.

Anónimo dijo...

No pretendía ser anónimo del todo. Es que me ha cortado la firma.

eyize