jueves, 29 de noviembre de 2012

Ilusión...

No me dejes.
No me abandones. 
Te lo ruego. 

Cógeme en volandas, 
y muéstrame el mundo. 

De tu mano soy joven. 
De tu mano respiro. 

Sin ti 
no soy más que una mancha, 
aparcada en el olvido.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Letanías...


Despojarme de lo material. De todo cuanto me ha sido dado en esta vida.

Quedaos con la justicia. Con la verdad y la razón. No son tal, en mi mundo.

Mi orgullo y mis ideales. Quemadlos. Los aborrezco.

Despedazar mi ego. No sirve para nada.

Llevaos el físico. Mi cuerpo y mi carne. Me coartan, me debilitan. No los quiero. No son míos.

Dejarme tan solo mis sentimientos. Los propios. Los concebidos. Los auténticos.

La pureza rescatada. Los sueños compartidos. La esencia del perdedor...

Hurras...

Hurra por la poesía,
y por la soledad.
Hurra por todo lo que no vale.
Por los sentimientos
y la fragilidad.

Hurra por todo lo que no se puede medir,
porque solo ahí, soy eterno.


sábado, 10 de noviembre de 2012

Sengakuji...

La lluvia se recogía
en dos grandes pilas, que
sin quererlo, eran perfectas.

Mi reflejo
llegaba hasta el mismo borde,
y en su agua había vida.

Sus insinuaciones acariciaban mi sombra.
Aquel espejo infinito, me invitaba a ser uno.
Me llamaba a respirar con él, y así lo hice.

Acompasados, deje de ser.
Durante horas, floté
fundido en su vientre.

Solo la silueta del cielo, me pudo devolver a la vida.
Indigno de aquella luz,
volví a nacer...

viernes, 19 de octubre de 2012

Gymnopedies

Una casa antigua. La madera crepita bajo los pasos de la decadencia. Vestidos de época y de soledad.

Costuras. Muchas costuras. Ventanas que pierden el reflejo con cada gota. Pensamientos prohibidos en una época de cambio. El mundo nunca volvería a ser el mismo.

Algo queda de aquella época en las mujeres calladas. Quizás por eso me gustan. Representan una época en la que los ojos hablaban. Donde las miradas llegaban, donde las palabras no podían. La máxima expresión de sometimiento. Sentimientos reprimidos en cajitas de terciopelo.

Gnossienne...

Hola lluvia,
hola Sueño.
¿Venís a llevarme?
Llevadme.
Llevadme lejos.
No dejéis que nada detenga este viaje.

Llevadme.
Hacedme vuestro.

jueves, 11 de octubre de 2012

Soy...

Ante la obscenidad del tener, no me queda mas remedio que ser.

Soy miedo. Soy sueño. Soy ansias e ilusión...

No los tengo. No los necesito. Simplemente, lo soy.

sábado, 6 de octubre de 2012

Por una cabeza...

Y volvió la música,
y con ella el silencio.
La ginebra,
y el tiempo.

Vuelvo a existir.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Pasatiempos...

Robo
una mirada esquiva.
Siento el cosquilleo.
La perversion en mi sonrisa,
en mi cara.

Las espadas vuelven a estar en alto...

lunes, 13 de agosto de 2012

Bolero de fuego...


Bajo la capucha solo alcanzaba a ver la espalda de cuantos estaban frente a mi. Me gire ligeramente para ver los rostros que me rodeaban, pero no encontre nada humano en aquellos seres. Ni una cara, ni una expresion. Algo similar a una corteza de arbol, se adivinaba bajo las capuchas. Una superficie oscura y rugosa, recordaba las facciones de un rostro. No habia nariz ni boca. Tampoco ojos. Solo habia muerte. Muerte y oscuridad.

Con  resignacion alce la mano para palparme el rostro, cerciorandome de lo que ya sabia. Era uno mas. Otra capucha sin rostro.

Entendi que estabamos ahi porque no habia otro sitio. y pese a todo ,no terminabamos de estar. No eramos enteramente nosotros.  Eramos esa parte que escondemos, conscientes de que nadie debe ver jamas. Esa parte de la que todos rendiremos cuenta al mas alla. Ante algo mas elevado. Quizas ante nosotros mismos.

Todos cubiertos en sombras mirabamos en una misma direccion. Mirabamos sin ver. Conformabamos un manto oscuro que se cernia mas alla de los limites de la razon. No habia sitio para la logica. Tampoco lo habia para el cielo, ni horizonte. En su lugar habia una oscuridad ardiente. Una oscuridad que escupia llamas. Un paisaje aterrador que se perdia bajo la Mirada de un ejercito de ciegos. Un ejercito que no tenia principio ni final. Una alfombra negra que tapizaba el inframundo.

Un cuerno sono en la lejania, y al instante todos erguimos las cabezas en respuesta a la llamada. El mas alla nos esperaba. Cuando el cuerno dejo de bramar, todos empezaron a marchar al unisono, hacia una nueva luz que brillaba en el mas alla.  En las llamas.

Sin terminar de entender el porque, me encontre a mi mismo marchando. Eramos un desfile de almas descarriadas. Una trasumancia enferma. Nadie decia nada. Solo marchabamos.

Atras dejabamos una oscuridad que al contraste con el fuego, se hacia azul. Solo yo miraba hacia aquella oscuridad de tanto en cuando. Notaba las miradas de todos los espectros que tenia detras. Eran mas que miradas. Notaba su desaprobacion y su recelo. Eran sentimientos atrapados. Por eso no teniamos rostro. Por eso no teniamos voz. No hacia falta. De algun modo podias sentir lo que todos sentian. No se podia ocultar nada. Nuestra aura estaba desnuda, a la vista de todos. Aquellos, rostros, aquella capucha, tan solo era una carcasa para los sentmientos que habiamos acumulado durante los annos en la superficie.

Seguimos marchando. Infatigables, no cedian el ritmo ante nada. En sus auras solo veia perseverancia y obstinacion. Una respuesta ciega a la llamada. Nadie parecia saber a donde nos dirigiamos o que nos esperaba mas alla, pero eso no parecia importarles. Su determinacion era inquebrantable. En mi, sin embargo las preguntas se hacian cada vez mas audibles. Imposible de obviarlas por mas tiempo, pense en detenerme, pero cuando estaba apunto de hacerlo, vi un Puente a lo lejos.

Era un Puente de piedra, fino y esbelto que se elevaba sobre las llamas y se perdia entre ellas, mas alla del horizonte. Por el, de uno en uno, continuaba su paso la procesion. Aquello era infinito.

Avance unos metros mas, intentando alcanzar a ver a donde podia llevar aquel Puente, pero alli solo habia fuego. El Puente no unia dos puntos. El Puente era el punto en cuestion. El camino a recorrer. Su longitud y su estrechez me asfixio. Por fin me detuve. O al menos lo intente.

La marcha me arrastraba.  Apenas tenia espacio para girarme y ponerme de cara a la corriente. Antes de que pudiera terminar de darme la vuelta vi que el encapuchado que iba delante de mi, tambien se habia parado, y me miraba. Al igual que antes habia podido notar todos los reproches que mis dudas generaban en las auras de cuantos me rodeaba, en ese aura vi comprension.

Aunque seguia recibiendo los embites de la masa que chocaban contra mi espalda, toda mi atencion estaba sumida en el aura de aquel encapuchado. El sentimiento de comprension dio paso a recuerdos. Mi infancia, momentos felices y de complicdad con mis seres queridos se amontonaban en el interior de aquella carcasa de aspecto infernal. Una mueca se dibujo en aquel rostro de madera, y en aquellas hendiduras que recordaban a las cuencas de unos ojos, pude ver un rayo de bondad.  Alzando un brazo de debajo de la capa me tendio una mano. Era una mano negra y fria. Poco me importo. El gesto misericordioso de aquella mano mortecina calo hondo en mi atormentado ser.  Senti el carinno de mi madre, el respeto de mi padre, la complicidad de mis hermanas, el calor de mis amadas, la lealtd de mis amigos…

 La fuerza que me dio aquel gesto, fue la misma que me permitio no corresponderlo. La mano seguio tendida durante mucho tiempo, como si de un pulso se tratase. Me dolio tanto no cogerla… Pero no. Ese no era el camino,  no el mio. Una vez mas un brillo de comprension cruzo aquella mascara. Note como una fuerza piadosa se cernia sobre mi, y entendi que era el momento de marchar.

Me di media vuelta y empece a andar a contracorriente, en pos de la oscuridad. Hacia lo desconocido. 

Solo una vez mire para atras, en busca de aquel espectro amigo, pero todo lo que pude ver fueron sombras marchando hacia las llamas de las que yo me alejaba…

domingo, 12 de agosto de 2012

Noche en Flores...

Canto a la luna,
pero no hay respuesta.

Hace tiempo
que dejamos de escucharnos.

Yo
ocupado con naderías.
Ella,
tan rencorosa...

La he desatendido, y a ella
nunca le faltan pretendientes.

Siempre hay alguien
buscando mentiras
en su silencio.
Luz
en su vientre blanco.

Noche en Labuán Bajo...

Me mece,
deambulo,
me arrastra.

Me pierdo y me encuentra.
Soy otro.
Me hace suyo.
Soy suyo,
y a la vez,
nunca he sido tan mío...

miércoles, 30 de mayo de 2012

Normal...

Cuando todo fluye, cuando las cosas van "bien", pierdes contacto con lo más íntimo de tu persona. Al menos, a mi me pasa.

Empiezas a ser normal, en el amplio sentido de la palabra. Normal, en todo su esplendor. Normal. Intento decirlo sin el rechazo, que para el yo de mis abismos supone, pero de nada sirve. Cuando me oye, grita y se aqueja. Intenta escalar las paredes que lo guardan y aporrea las puertas de mi consciencia. Una consciencia que se encuentra atrapada en el limbo de quehaceres diarios, supuestamente entretenidos, en los cuales has aprendido a desenvolverte y salirte con la tuya. Porque en la vida todo es un juego de pericia y anticipación. Y es cuando te vuelcas en vivir esa vida, y todo parece encajar, cuando una palabra como "normal" te despierta, y te recuerda todo lo que estas sacrificando al ser como ellos.

Es asombrosa la facilidad con la que uno se puede perder en ese tipo de vida. Todo esta hecho para encajar. Si tienes suerte, pueden pasar semanas sin que apenas tengas un solo momento para ti. Ni un segundo de tu vida para plantearte a donde vas o porque haces lo que haces. Todo es rápido, fácil y prestado. Todo tiende a llevarte en el sentido de una corriente de la que no eres consciente, hasta que una palabra te despierta.

Soy normal.

sábado, 7 de abril de 2012

Acre...

Es cierto, no he pasado hambre. No he tenido que mal vivir ni dormir en las calles. No sé lo que es vivir preocupado por llegar a mañana. Tampoco he vivido ninguna guerra, ni mis padres me pegaban de pequeño. Mis cicatrices no son tan visibles. Para los que han vivido algo de lo anterior, serán incompresibles.

 Nada me ha hecho tener esta visión critica, y pese a todo la tengo. No voy a pedir perdón por lo que no he podido vivir. No está en mi mano cambiarlo, y de poder, no sé si lo haría. Lo que sé es que la mayoría de gente con mis facilidades no esta aquí, sentado solo, en una ciudad que no es suya, escribiéndole a una puesta de sol.

lunes, 19 de marzo de 2012

Septiembre...

Hueco,
extraño de lo mío.

No hay soledad,
ni Nada que me proteja.
Ruido.

Mis yos,
buscan refugio.
Solo hay
Ruido.

No hay comprensión,
ni calma.
Ruido.
Solo Ruido.

No habrá paz.
No habrá descanso.
No, hasta que me haya ido...
Madrid - Septiembre 2011

Minucias...

Toda va bien, todo fluye. Todo funciona, hasta que deja de hacerlo. Un estado de animo, ajeno a ti, te golpea duro. Te golpea frió. No es nuevo. Es un viejo conocido. De cuando en cuando te visita. Siempre sin previo aviso. Se empeña en recordarte la poca trascendencia de tus días.

Todo cuanto te rodea carece de importancia. Te arrastra del presente para sumergirte en un mundo donde los recuerdos flotan. Paseas a su lado. Casi puedes tocarlos. Parecen mercurio. Desprenden reflejos que dicen demasiado sin apenas decir nada. Son trocitos de tu vida, que por algún motivo se enquistaron en la memoria. Son sentimientos reprimidos. Es alegría y es desconsuelo. Amargura y recuerdos. Son caricias. Son miradas. Son palabras no dichas, o dichas con premura. No sabes porque vuelven, pero ahí están, ante ti, pidiendo que las resuelvas. Que las recuerdes o que las olvides, para siempre. Pero no depende de ti. Ellas seguirán ahí, volviendo a ti, cuando menos te lo esperes, como si con ello te diesen pistas.

Hoy he leído un prólogo de Borges, que decía: "Me ha faltado vida y muerte, y solo cuanto tengo son estas minucias. Supongo que no es excusa, pero aquí están."

 Esos recuerdos recurrentes, esas reminiscencias de tiempos mejores, esa agonía incesante, ese pasado oscuro, ese vacío, esa inocencia perdida, esas diapositivas mentales, esas noches de desconsuelo, estas lineas... Todo eso es mi vida. No es mucho, pero aquí está...

lunes, 5 de marzo de 2012

Tuyo...

Si tan solo pudiese congelar este momento y quedarme así, sumido en este letargo de devoción. Devoción y armonía. Armonía y la más absoluta sencillez.

Si fuese capaz de aguantar este sentimiento en el tiempo, no habría fallo. Pero la vida es fallo. La vida siempre tiene guardado un mañana que hará que mi cabeza deje de pertenecerte. A ti. A este momento. Yo ya no seré yo. Seré otro, con otros sueños. Sueños más vanidosos, menos bellos. Otro que no te dará la importancia que ahora mismo no concibo quitarte. Otro que ensuciara tu luz, y se desmerecerá, al desmerecerte.

Me odio por ello. Por ser ese otro, aún sin serlo. Me odio más ahora, de lo que me odiaré luego. Ahora, que soy tuyo...

domingo, 19 de febrero de 2012

La sonrisa de los eternos... (por corregir)

Cuantos de vosotros habéis sentido el abrigo de la noche. El arrullo del alcohol. Cuantos de vosotros habéis sentido la caricia de lo eterno cogeros de la mano y guiaros mar adentro, hacia lo desconocido. Hacia lo sublime. Cuantos de vosotros habéis dado riendo suelta a los esperpentos que la gente se esfuerza por guardar. Y cuantos de vosotros, pese a todo os habéis conformado con eso. Con el comienzo de todo. Insuficiente para el despierto. Muerte para el que ansia.

Cuantos de vosotros, habéis visto la cima desde arriba, solo para comprender la insignificancia de todo cuanto nos rodea. Esa insoportable levedad de la que todos huimos, y muy pocos son capaces de sobrevivir. Aquellos que miran a la eternidad con esa sonrisa a la que al resto nos hiela y nos maravilla. Esa sonrisa con la que imaginamos que los grandes miraron su tiempo, admirando el pasado y despreciando el futuro. Esa autenticidad que demuestra que su vida tuvo un sentido. Que vivieron para un por, y lucharon por un porqué. Vosotros que llegasteis a ver la luz. Erais conscientes de vuestra grandeza? Aspirabais a ella. o llegasteis por casualidad? Casi por error. La alcancesteis sin buscarla. Nadie que tenga como objetivo la grandeza como tal, podra llegar si quiera al umbral que vosotros recorristeis. Descalzos. Sin apenas enteraros de la repercusion de vuestra existencia. En vuestra perseverancia estaba el exito, y en vuestra locura la chispa. Quien pudiera volar tan alto como vosotros y entender con ello, que en su obra esta el sentido de todo lo que uno se quiera cuestionar. Cuantos nombres caben en el recuerdo? A quien vendisteis vuestra alma para estar ahi arriba? Que sacrificasteis para conseguirlo?

Si tan solo la intencion tuviese peso y la ambicion se premiase, la eternidad caminaria a mi lado, besandome los pies.

lunes, 9 de enero de 2012

La piel que habito...

Tus ojos se deslizan
sobre estos versos
desnudándome.

La caricia de tus palabras
resuena en mis adentros.
Oigo
mis sentimientos en tu boca,
en tu cabeza.

Ves el mundo a través de mis ojos,
a mi manera.
Estas paginas son
una ventana a mi cárcel.

Bienvenido...