Paseas por la casa como solo yo paseo. Vagamos como gobernantes de tierras en ruinas. Miramos hacia atrás, intentando rememorar tiempos mejores. Irradias lo que ninguna persona es capaz de trasmitirme. Comprensión más allá de lo que cualquier cabeza pensante puede entender. Los dos, independientes, nos buscamos en una casa vacía. Necesitamos cariño. Los dos, solos. Nos arropamos en una melancolía que nos alimenta. Vagamos, respetando nuestro espacio, hasta que uno de los dos cede, haciendo notar que su necesidad es mayor que la del otro. Pero por dentro, los dos lo agradecemos. Los dos disfrutamos de esa unión, que puede durar minutos, o horas. Enfatizas esa parte oscura que tanto me gusta. Y luego a ojos de los demás, solo soy otro, de los tantos que te alimentan. No es que nos tratemos de una manera distinta, cuando hay gente alrededor. Es, que no somos los mismos.
A veces pienso, que solo soy yo, cuando tu estás a mi lado.
viernes, 4 de septiembre de 2009
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