Resquicio...

Ladro a la luna.
Un grito rasga el firmamento,
rompe el pecho
y se adentra en lo desconocido.
He soñado con una vida nueva.

"Busco un lugar donde refugiarme de la corriente que me lleva..."

Estío...

Los días me sobrevienen.
Floto en ginebra.
Los ojos se nublan y las ilusiones se ciegan.
Sumido en una rutina de perdición,
me encuentro cada mañana
más perdido que la noche anterior.
Con la lengua pegada al paladar
y los ojos inyectados en sangre,
soy un despojo, bajo el abanico
del sol de julio.
Obligación y desenfreno se suceden.
Un pulso, entre la necesidad de ser
y la obligación de vivir.

Black heart inertia...

Embaucado por las mentiras
que el ansia de vida propaga,
busco respuestas en mundos efímeros.
Inteligibles y agridulces,
se abren al pecado.
Tatuado
con la agonía que en mi ser plasma,
apenas me reconozco.

Yo no soy ese.

Ofrendas...

Sombras caen a mi paso.
Velocidad bajo la luna.
Siluetas sinuosas acechan.
Mi subconsciente me reprocha
los errores que no cometo.
El hábito enmascara la traición.
Esclavo de lo que no he vivido,
la tentación sale a mi encuentro.
La noche,
arma de atractivo lo vedado.
Pero no.
No lo merece.
No lo quiero.
Somos más.
Seremos más...

Otra noche fuera...

Y es, hasta que no vuelvo a casa, y escucho esas rechonchas patas repicar contra el parqué, que no me siento a salvo de tanta obscenidad formal. Mercado de apariencia, en el que se vende el alma, aún cuando crees que solo hay carne en la permuta. Sé que no soy mejor que ellos, sin embargo algo hace que repudie el torpor donde se refugian. Algo que me impide sentirme bien, rodeado de tanta fachada, y tan poco sentimiento. No soy mejor que ellos, pero sin duda soy distinto.

Extraño...

Otro giro.
Otro latido de un corazón distante.
Ajeno a cuanto me rodea,
todo es extraño.
Me contagio
de lo que no se deja ver.
El mundo se desvanece
bajo una nueva mirada.
Ante mi, lo imperceptible.
Los hilos que articulan la red
de la que todos pendemos,
se hacen tangibles.
Siento la fragilidad del equilibrio
que envuelve al caos.

Caleidoscopio...

El sol
caliente mi piel.
El parpado filtra
la luz que contra el arremete,
En su dorso
figuras orgánicas,
fluyen y convergen.
Bailan para mi,
mientras grillos y chicharras,
advienen al verano...