Otro giro.
Otro latido de un corazón distante.
Ajeno a cuanto me rodea,
todo es extraño.
Me contagio
de lo que no se deja ver.
El mundo se desvanece
bajo una nueva mirada.
Ante mi, lo imperceptible.
Los hilos que articulan la red
de la que todos pendemos,
se hacen tangibles.
Siento la fragilidad del equilibrio
que envuelve al caos.
lunes, 5 de julio de 2010
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