sábado, 20 de noviembre de 2010

Hierro...

Bajo el amparo de la noche
cuento mis penas.
Ellas me cuentan a mi.

Las enumero.
Muchas llevan tu nombre.
Otras,
llevan conmigo desde siempre.

No soy nada sin ellas.
Y con ellas
no soy mucho más.

El pecho se parte
y de mis adentros,
escapan gritos de socorro.

Lloran por mi.
Quieren que me aleje.
De esta vida.
De estos lazos de comodidad
que me entumecen y me coartan.
Que nublan la belleza inherente
que cada día esconde.

Atrapado en el lado ciego,
no hay bondad.
No hay virtud.
No hay ilusión.
Solo pena,
remordimientos,
y el fuego que me envenena.

Huir.
Perderme...

1 comentario:

Anónimo dijo...

IMPRESIONANTE...