A menudo me pregunto, donde perdemos la visión que tenemos de niños. Mentes abiertas, donde nada dan por hecho. Mentes que poco a poco nos encargamos de corromper con nuestra mirada obtusa. Pequeños sabios, a los que cegamos con nuestros prejuicios. No puedo por menos que mirar atrás para ver de donde viene está perdida de criterio.
Creo, que gran parte de los prejuicios que coforman la moral occidental se los debemos a la todopoderosa Iglesia Católica. Lo que empezo como un rebaño de piadosos, se extendió como una plaga, entre las estratos más bajos de la sociedad romana. Calando hondo en personas que no tenían nada donde asirse, la nueva fé era el simbolo de esperanza. Por ello, y desde entonces, su avance fue implacable. Tan rápido, que en menos de trescientos años, paso de ser la única religión prohibida en Roma, a ser emblema del Imperio bajo el mandato de Constantino. Allá donde hubiera descontento, la palabra del mesías entraba para revolucionar los cimientos de la sociedad romana. Una sociedad que había sido capaz de combinar fé, con lógica, basandose en el estudio y el conociemiento, fue pisoteada por las palabras totalitarista de una malinterpretada palabra de dios. Con ella se quemaron bibliotecas, archivos, y comenzo la caza de brujas. Con ella, llego la edad media. La inquisición. El miedo. Siglos de sabiduría perdida, para nunca volver. Porque pese a el conocimiento que poseemos hoy en día, nunca hemos sido capaces de deshacernos de la moralidad podrida, impuesta por tantos años de sombras.
Hoy en día, incluso ateos, agnósticos, liberales, prógres o modernos, siguen viendo el mundo bajo algunos valores tradicionales, que se remontan a esos tiempos oscuros, donde la libertad de culto se pagaba cara. El tiempo de los sabios ya pasó...
domingo, 7 de noviembre de 2010
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2 comentarios:
No estoy de acuerdo!!!
Tardaría horas en explicártelo...
Me gusta más tu poesía
Comparto que con la aparición de la Iglesia Católica se dinamitaran muchos valores humanos, sin duda hubo un antes y un después. Hoy en día pasa, no sólo con la religión, si no también con los medios de comunicación... han matado a muchos de los "niños" que lo adultos tenían dentro... y las relaciones sociales, los valores, el materialismo...
Es tan triste...
Siempre digo que debí haber nacido en el Siglo IV a.C. hoy en día sólo puedes auto-cultivarte y suerte si encuentras alguien con quien compartirlo...
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