Mi futuro me espera. Mi camino me aleja de mis raíces. Pero siempre seguirás ahí. En cada decisión. En cada paso. Sin quererlo, sobre tu delantal me fraguaste, y me hiciste quien soy.
Donde vaya, te llevaré conmigo. Y si me caigo serán tus palabras, las que me levanten. Las llevo tatuadas en el pecho. Tu apoyo y tu cariño, grabado a fuego. Y cuando lleguemos, allá donde mi maldita ambición nos lleve, sabré que ha sido gracias a ti...
Por siempre,
gracias...
sábado, 15 de enero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario