martes, 16 de abril de 2013

A un borracho...

Te leo. Escucho tus palabras. Como resuenan en mi cabeza. No te soporto. Lo haces fácil.  Hablas con desprecio. Pero ya no eres tú. Ese rencor que durante tanto tiempo cultivaste, desaparece, y solo veo indiferencia. Hablas por encima de todo. Tus palabras vuelan por encima de cualquier moralidad.

Tardaste sesenta años en encontrarte. En poder estar a gusto en ese escaparate. Sesenta años en los que seguías doliéndote de los azotes de tu padre. Sesenta años necesitaste, pare no esconder en el alcohol tu miserable vida. Preferiste ser un borracho odioso, a ser un viejo nostálgico, y lo que encontraste en el alcohol fueron los dos.

a Hank

2 comentarios:

mutty dijo...

Me encanta!!!

Anónimo dijo...

Deja a bukosky ya, no te sienta bien