Sin ser consciente, mi cabeza ha encontrado una forma de dejar salir mis pensamientos, sin adulterarlos. Sin que tengan que ser procesados, antes de ver la luz. Sacrificando claridad y exposición argumental, los versos me permiten una total libertad de plasmación, sin la manipulación a la que mi mente sometía antaño a todo cuanto escribía. Con ellos me siento más cerca del concepto de ilustración renacentista, donde el hombre dominaba todas las disciplinas, y las usaba a su antojo.
Paso a paso. El siguiente: recuperar mi trazo...
martes, 19 de enero de 2010
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1 comentario:
aayyy me encantaaaaa!!!!
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