jueves, 26 de agosto de 2010

12-05-2007

Tres años,
y raro es el día 
que no me sobrecoge tu recuerdo. 
Un olor, 
un proverbio, 
un dedal, 
una nana, 
vinagre... 

Todo vale,
 para que inundes mi mente 
con amargura. 
Angustia a raudales. 
Tu sencillez me entumece. 
Me siento más bajo. 
Más menudo. 
Pequeño otra vez. 

El Miedo vuelve
convertido en realidad. 
Se apodera de mi, 
y no puedo por más
que bajar la cabeza,
para hacer más llevadera la carga 
que tu recuerdo acarrea. 

Fracaso e impotencia.
Sentimientos horrendos, 
que no quiero soltar. 
Solo así, puedo rendir pleitesía,
honrar y  agradecer 
toda una vida de dedicación
y cariño.
Tanto cariño... 

Que menos que tenerte presente...

1 comentario:

Mutty dijo...

Me embarga la pena,
aunque por diferente razon,
sera la envidia de cuanto la quisiste?
Que ganas de llorar!!!