lunes, 2 de agosto de 2010

Desdicha...

Desde hace años he intentado conocer, comprender y practicar la calma espiritual budista. Pensaba que ahí estaba la clave para darle descanso a mi tormento. Liberarme de todo aquello que me generaba insatisfacción a largo plazo. Dejar que las cosas no me afectaran. Encontrar la paz.

Sin duda, he aprendido mucho en el camino. Me he vuelto una persona, más estable, conocedora de la dualidad que nos rodea, y capaz de valorar los pequeños detalles y lujos que la vida te brinda. Sin embargo, aunque ha sido una experiencia muy positiva, la paz no está ahi. Al menos no la mía.

Mi paz está en una búsqueda, cuyo único objetivo es la búsqueda en si. No quiero conformarme. No quiero una calma emocional, que frene mis ansias de saber. No quiero renunciar a mis fantasmas. Y sobretodo, no me puedo permitir perder las pocas ilusiones que me quedan.

Busco algo que desconozco. Algo que no quiero encontrar. Algo que, quizás, ni siquiera perdí. Necesito esa lucha interna. Necesito batallar. Es mi inconformismo lo que me hunde, y lo que me mantiene a flote.

Si. Tengo días malos. Días en los que toco fondo. Pero es justo en ese fondo donde mi vida cobra sentido. Los necesito. Supongo, que soy feliz en mi desdicha...

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