lunes, 23 de agosto de 2010

La torre de Zimmer...

Cuando la distancia agoniza,
todos los besos son pocos.
Caricias infinitas.
Destellos rasgan la noche.

Después de la tormenta,
después del frío turbio de la soledad
las espadas permanecen en alto.
Sueños que cobran vida.

Seguimos brillando
más allá de cualquier ilusión.
Brillamos.
Brillaremos.

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