Todo parece perfecto.
Armonioso y tranquilo.
Tan redondo...
Todo fluye y se articula,
hasta confluir
en un equilibrio
que me ignora,
que me rechaza.
Mi escepticismo
no es bien recibido.
No.
No termino de encajar
con esa armonía
que mece el mundo.
Que lo acuna dormido.
Esa armonía
que tanto me asusta.
Esa armonía de la que huyo...
miércoles, 29 de diciembre de 2010
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