Bastedad brutal,
que todo lo exagera.
Salvaje.
Espacio
en estado puro,
de cielos,
de pensamientos.
Todo lo magnifica,
salvo la percepción de uno mismo.
Pequeño
insignificante,
leve.
Insoportablemente leve.
Tanto
que no puedo por menos
que despreciar todo cuanto soy.
Mis preocupaciones y alegrías, caen
ante la crueldad de un océano
infinito.
Observo los límites
bajo los que mi vida discurre.
Inabarcable,
la realidad me revela
mi sitio en el mundo...
Da igual
lo que ocurra, haga, o intente.
Nunca habrá
ni dejará de haber.
Todo afán de trascendencia
cae
en un por siempre...
sábado, 18 de diciembre de 2010
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