miércoles, 9 de marzo de 2011
Recién llegado...
Demasiadas ideas en la cabeza. Demasiados cambios a mi alrededor, y muy pocos puntos fijos donde agarrarme. Sin apenas un solo espacio que llamar mío, no encuentro manera de plasmar todos los versos que revolotean por mi cabeza. Irónico que en una ciudad donde no tengo a nadie a quien llamar amigo, me falte la soledad que necesito para escribir...
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