Y así llegue otra vez a la ciudad que hoy por hoy sigo considerando hogar. Al menos eso es lo que mi perra me ha hecho sentir, cuando he llegado a las 2 de la madrugada. Aunque vacía de gente, sigue siendo ese rinconcito donde no me siento agobiado por el peso del mundo que me rodea. Me fui de aquí con la cabeza a pájaros, y bastante hundido por una mala semana. La situación no ha cambiado gran cosa, sigo hundido, pero creo haber visto el camino por donde salir.
Nada mas llegar a la isla, me dí cuenta de que ese no era mi lugar. Al menos no para lo que yo necesitaba en ese momento. Necesitaba pensar que había personas que mereciesen la pena, y sabía que todo lo que iba a encontrar eran apariencias, y espíritus libres, en busca de pasar una buena noche. Nada más lejos de lo que pretendo ¿Que me puede aportar una noche, cuando lo que busco es redirigir mi vida?
Esta semana he aprendido a mirar mejor todo lo que me rodea. He aprendido que las inquietudes y deseos que generan duhkha, no se van por mucho que los ignoremos, o los empujemos fuera de nuestra cabeza. Así solo los alimentamos. Tan solo hay que aprender a ver. Eso es todo. Ver...
lunes, 15 de septiembre de 2008
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