Demasiado cansado para pensar, para sentir y aún menos escribir.
Demasiado cansado para poder con la mentira que me hace seguir un día mas. Esa falsa ilusión que te mueve y te suscita . Que te coge en volandas y te lleva... a ningún sitio.
Mismo día. Misma mierda. Misma cama y mismas penas. Tan suave tan mullido, que apenas notas que te asfixia. La muerte aterciopelada. Y de repente una ilusión.
Un relámpago que te coge. No sabes si es real, pero te fuerzas en creerlo. Lo necesitas, te agarras, y suplicas para que este sueño no sea tan accesible como tantos otros que has pisado antes, ni tan imposible como para no intentarlo. Ese punto intermedio, donde la dificultad sea un estímulo, sin volverse irrisoria.
"Si tus sueños no te dan miedo, no son sueños a tu altura."
Ya.
Maricas todos.
jueves, 19 de febrero de 2015
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