lunes, 12 de septiembre de 2016

Desenfreno o el secreto de la eternidad...

Quitar las palabras.

Dejar paso a los sentimientos.
Que entren todos.
En tromba.
Como un remolino que te alza a las alturas de lo eterno.
Allí arriba, donde el sol ilumina los rostros
de las mentes nobles que dieron nombre a la vida.
Donde se escribieron las bandas sonoras
del amor y el llanto.

Dejar que los sentimientos os hagan suyos. Dejaros llevar. Convertiros en un títere de la fugacidad y el declive. Porque habrá un declive. Habrá un declive y habrá un final, pero ¿a quien le importa el más allá?

Tu cuerpo perecerá y se consumirá para dar vida a nuevos sueños. Pero tu alma...

Tu alma desenfrenada e inquieta, perdurará siempre en la cresta de la ola.


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