Lágrimas en las ventanas.
Mil agujas, repican
sobre los tejados de cobre.
La lluvia cala
el alma rota.
Gotas de dramatismo
empañan un día gris.
Témpanos en la nuca,
desnudan la fragilidad del ser.
Deseos que mojan,
mi permeable voluntad.
Sumiso,
el agua purifica mi rostro.
Sueños resignados
encogen.
La percepción de la existencia
agudiza.
sábado, 8 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario