Tímidos rayos de sol
inundan el día con optimismo.
Destellos en el rocio del asfalto,
impregnan de dinamismo la mañana.
Poco a poco,
la ciudad depierta de su torpor.
La primavera florece en sus caras,
dandoles un aspecto casi humano.
Tras meses hibernando,
un grotesco bullicio,
viola el silencio invernal.
Al menos,
denotan estar vivos.
miércoles, 5 de mayo de 2010
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2 comentarios:
Estos dos ultimos me han gustado mucho.
Estan mas a mi alcance de entendimiento poetico,
que como ya sabes, no esmucho
No hay nada que entender. Solo sentir...
Gracias.
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