Existencialismo para alcohólicos. La banda sonora de mi vida. Casi la puedo oír si cierro los ojos. Todos esos grandes temas que van unidos a momentos aún más grandes. Apenas ninguno de ellos es tuyo. Pero todos tienen amaneceres cargados de emociones. Y esas emociones si son tuyas. Como ya lo es la música y todos los sentimientos que la acompañan. La algarabía y el gozo. El miedo y las dudas.
Existencialismo barato y a la vez esplendido del borracho. Todos. Todos tuyos. Todos al otro lado del telón, esperando para marchar en cuanto entornes los ojos...
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