lunes, 19 de diciembre de 2011

Ansiedad...

Solo hay mal estar
y frió.
Mucho frió.

Angustia.
Tiemblo y me ahogo.
Mil mundos
oprimen mi pecho.

Una exhalación
precede al silencio.
Un mar que devora al llanto.

sábado, 10 de diciembre de 2011

El otro... (Diálogos II)

 Hace mucho que no me sacas. Solo cuando paseamos aparezco. Siempre en la soledad, cuando te retraes en tus pensamientos. Cuando me vuelves a dar voz, y hago que tu cabeza gire, y lo vea todo, como en el fondo sabes que es. Jodidamente real. Tan real que parece de mentira. La carne se vuelve goma. Si. Sabes que mi mundo es más interesante que ese en el que te mueves, cuando juegas a hacerte el mayor. Haciendo casitas y socializando con el resto, como la gente normal.

Te amenizo los días. Se que muchas veces querrías escribir las conversaciones que tenemos. Porque en el fondo, soy yo lo único que llena de carácter tu vida. Sin mi serías como ellos, y eso te horroriza. Aún y con todo mis mejores momentos sigues sin poder atraparlos. Son furtivos. Esquivos de tu agenda. Basta con ver un papel en blanco para que los frustres. Son los momentos que le dan sentido a tus días y pese a todo te cuesta encontrarles tiempo. Estúpida ironía. ¿Porque tienes que regirte por sus mismos parámetros? Rígete por los míos. ¿De que tienes miedo? ¿De que pierdas el camino del triunfo? Yo te llevaré a en busca de la eternidad ¿Que tiene de orgullo el hacer algo para la aprobación de los demás? Que estupidez. Te contradices. Si, yo también. pero yo me lo puedo permitir. Soy una mínima parte de ti. Tu sigues siendo la mayoría. Por desgracia sigues teniendo el control del tiempo. Puedo aparecer de improvisto, hacer esfuerzos y chillar, pero está en tu mano el volverme a tapar, como el que tiene un hijo tonto, y se avergüenza ante los vecinos.

Si. Me tienes que cuidar más. Como casi todo en esta vida, cuanto más empeño me dediques, más altos serán mis pensamientos. No te preocupes por que se me vaya a acabar la mecha. En tu humanización está mi primera critica. Regálame algo de ese tiempo que tanto te gusta malgastar en gilipolleces. Dame alas, y te sacaré de esa vida que tanto te apesta. Seremos grandes, a nuestros ojos.¿ Que más da los de el resto?

 Sé que te asusta la vida de triunfador. Sé que sabes la trampa. Lo que esconde. Esconde vacío. Es una vida prestada. El verdadero triunfador es el que no tiene que demostrar nada a nadie. Tu a veces eres así. Pero a veces se te olvida. La rutina te consume, y te aleja de mi. Buscas una vida en la que yo tenga las riendas, y aún así me limitas. No lo hagas. No tengas miedo. Allá donde nos lleve será un sitio donde seremos íntegros. Auténticos.

Si. Todo lo que te digo te llega. Es casi nuestro, pero al final del día te limitas. Me escondes, en lo más oscuro de tu persona. Quizás por eso sea el "yo" más puro

Como bien dices normalmente me importa poco como sea, a ojos de los demás, pero te equivocas. No es un concepto temporal. No es, ahora si o ahora no. Depende de que ojos. Siempre tengo unos ojos en la nuca. No son muchos, pero me miran siempre. La libertad está muy bien. Pero sin respeto por algo no seriamos nada, ni tu ni yo. Yo respeto a personas. Tu, como buena parte de mi, eres abstracto y no rindes cuentas a nada más que a valores. Eso está muy bien. Me gusta. Por eso eres una parte de mi. Pero a veces hay que saber donde estamos. 

Desgraciado. Estás en China. Perdido de la mano de Dios. Sabes donde estás. En el rincón más lejano, donde tus miedos nos han traído. Has escapado de la vida fácil para evitar que los días se aconteciesen sin apenas notarlo. Y aquí estás. Aquí hemos caído. En un mundo nuevo, hostil y agresivo, y pese a todo ya estás sumergido otra vez en la rutina que nos separa. Déjame coger las riendas. Déjame hacernos grandes.

Leyéndote, veo defectos que no se si tenemos en común o van solo con la parte de mi que representas. En fin. ¿Que harías con las riendas? ¿Te crees que es fácil guiar esto? ¿Te crees que la libertad no pesa? Desde la minoría es muy fácil criticar. Vives feliz y libre sabiendo que tus enajenaciones no tendrán repercusiones, por que estoy yo aquí para juzgar y cribar tus excesos, pero en el momento que vieses el resultado de tus actos, y que cada acción tiene una consecuencia dejarías de ser libre. No te puedo dar las riendas, porque si lo hiciese acabaría contigo, y tu probablemente conmigo.

(Se hace el silencio. Jeckyl en proceso pensante)

Para cada acción hay una reacción. Física, grado uno. Gracias por la aclaración. Tienes miedo de que perdiese mi carácter al chocar de cara con la realidad, ¿verdad? Creo que estoy mas cerca de la realidad de lo que tu jamás estarás. Tu entiendes su realidad. Yo tengo la nuestra. Y como bien sabes, no hay nada objetivo en este mundo. Tu realidad está mas contrastada. Es cierto. La mía sin embargo no. Es la nuestra propia. Pero justo por eso no esta corrompida. Sabes, que parte de tu pensamiento y tu forma de entender las cosas, ya están lavadas y masticadas por la sociedad en la que habitamos. Yo soy teórico, si, pero también soy el que se sorprende viendo las barbaries de las que este mundo es capaz. Tu ya aceptas y das por hecho cosas que se escapan a una razón mayor. Universal. A mi no me han lavado los ojos. Soy tu referencia. No me pierdas. Dame voz, y seguiré haciendo que estés loco por no estarlo.

Nadie te quiere perder. Sabes que te necesito. Pero en tu mundo, en el nuestro, solo estamos tu y yo, y sabes que eso no es así. Esos ojos de los que antes hablaba, son pocos, pero bien merecen una vida. Los tienes para lo bueno y te olvidas de ellos para lo malo. Eres el que disfrutas con esos momentos de complicidad que nos brindan. El que saborea los destellos de los silencios compartidos. El que ha querido dejarlo todo a cambio de una palabra amable. Y ahora sin embargo les vuelves la espalda por otro arrebato de soledad y misticismo. Sabes que yo también comparto esa obsesión. Lo sabes porque de mi nació el deseo, y tu de el. O no. No lo sé. Solo sé que lo has hecho tan tuyo, que ahora tengo que defender los intereses contrarios, para que no zozobremos.


Sin duda esa minoría a la que haces referencia cuando hablas de ti, tiene un tremendo peso en mi, pero hay veces que tengo que luchar contra ella. Contra ti. Tu naturaleza, tus contradicciones, serían nuestro fin. Es muy fácil ser un romántico alocado, cuando tienes a alguien que vigila tu bienestar. Contradecirte no tiene fallo. Me tienes a mi. Frío y racional. Yo. Siempre. El malo, jodiendo el pastel y dejándote de cara al rincón. Con tu locura, me has desplazado en tu contra, en un intento por restablecer el equilibrio. Me has adjudicado el papel de conservador amargado, solo para que tu puedas desvariar. Y pese a todo te quejas y pides más.Pides estar por encima.


¿Todavía no entiendes que solo así puedes existir? Fuera de mi no eres nada...

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Sueños de naftalina...

Era un desierto de arena fina y el viento generaba crestas en las dunas. Las nubes enmarcaban un azul intenso. Había un equilibrio de forma y color. Las texturas eran claras. Había pureza y calma. Era poético. No hacia calor, no hacia frío. Apacible y cruel, todo estaba presente, visible solo para el que sabe mirar. La vida y el tiempo. El futuro y el pasado. El vacío del presente. El silencio de la muerte. La eternidad del olvido. Todo. Era hermoso.

Al desaparecer la luz, las formas se perdieron, los colores se igualaron. Todo quedo presa de una oscuridad perfecta, que desdibujaba los contornos. De la arena, salio un cubo. Suspendido por uno de su vértices, giraba mientras se elevaba, y al hacerlo irradiaba luz. Una luz dorada, devolvió los matices a las dunas y a las nubes. Era una luz distinta, y por tanto, todo tenía un matiz diferente. Era una luz puntual. Fija. Una luz que perdía intensidad con la distancia. El horizonte seguía sumido en las tinieblas. Con cada giro, ganaba en intensidad, creando una mayor diferencia entre el plano iluminado y el de las sombras. Era la luz del conocimiento. La imagen tenia un aspecto casi mortecino. Apocalíptico.

El cubo seguía girando suspendido, en un plano intermedio.  Las nubes no lo tocaban, tampoco la arena. Las dunas quedaban muy abajo. El cubo seguía girando. Girando, ajeno a cualquier intento de alcanzarlo, y en su propio giro había un carácter atemporal. Continuo e ilimitado. Un giro infinito. Perfecto.

De las dunas surgió un escalera que se erguía hacia el cubo. Una escalera de mano de madera. La arena resbalaba por ella, mientras emergía de la nada. La nada la sujetaba. Salia recta, en dirección al cubo, pero antes de llegar a tocarlo, se paró. Su base, quedó apoyada sobre la misma arena de la que había brotado, y así permaneció, haciendo un guiño al cubo, mostrando su dependencia, en un estado de equilibrio imposible.  Despejando cualquier duda sobre la jerarquia, en aquel despótico desierto. El cubo le devolvió el gesto, rezumando mas que nunca un aura dorada.

Otra vez la escena se congelo en el tiempo. Segundos o siglos, el cubo se revolvió a expensas de la escalera, con el desierto y las nubes por  testigo, hasta que de la arena, volvió a surgir vida. Bajo la luz dorada, flores brotaron, nutriéndose de la luz y del conocimiento. Eran blancas, y estaba imbuidas por ese aura que las bañaba de misticismo. Brillaban con reflejos de nácar. Nácar en pétalos y en hojas. Nácar en esencia.

La escena se enriquecía con matices que potenciaban a los ya presentes. Los contrastes se exageraban. La arena de las dunas se hacia mas fina mientras las nubes, casi solidas, se retorcían sobre si mismas dando al cielo una imagen imponente. Barroca. La luz, aun dorada al resbalar por las nubes, se teñía de malva y neón cuando conseguía atravesarlas, para acabar muriendo en sus entrañas. De esa luz, y de esos colores surgió un pegaso. Galopaba majestuoso haciendo surcos en las nubes, como si de algodones se tratase, mientras agitaba sus enormes alas blancas. Con elegancia descendió al plano donde el cubo giraba, y empezó a rodearlo, en sentido contrario, en un armonía casi perfecta. Con cada vuelta se generaba tensión. Desprendían carga. Como si de un electrón se tratase, el pegaso volaba en su orbital, pero  no tardo en llegar el desequilibrio. A las pocas vueltas, la inercia del cubo acabo por consumir a la del pegaso. Su radio de giro fue disminuyendo mientras perdía velocidad y altura. Se caía. Moría. Lo estaba matando.

Antes de llegar al suelo, el pegaso se convirtió en cenizas. Consumido por la luz. Demasiado hermoso para ser cierto. Víctima de su propia hermosura. Su majestuosidad y su grandeza rivalizaban con el cubo, y en ese desierto solo había y dejaba de haber un cubo. Un cubo y todo lo que de el salia. Había intentado tratar de tu a la luz, y la luz lo había anulado. De las cenizas del pegaso surgió un caballo. Un caballo marrón, con cara de misericordia. Conocedor de que su suerte y su ventura dependía solo de la compasión de un cubo, el caballo hizo por no desentonar en la escena. Se limito a pastar bajo la luz del cubo, que aun lloraba la muerte del pegaso. En su intento de encajar, se hizo mas patente su mediocridad. Estaba en disonancia con todo cuando le rodeaba. Eran lenguajes distintos. Un "collage" de realidad sobre un fondo idílico. Era la versión pobre y realista de un sueño. Un sueño del que solo quedaban ya cenizas. un sueño demasiado hermoso para habitar un desierto tan egoísta. El caballo era la respuesta de la realidad ante la exigencia de un mundo sometido a el Saber.

El cielo se enfureció. Había perdido a uno de los suyos. Las nubes se arrojaron sobre el desierto, dando paso a una tormenta de arena. Una guerra entre cielo y tierra. Entre nubes y dunas. El viento daba alas a las dunas y el  las nubes arremetían con fuerza contra la tierra. Un caos seco, donde todo estaba sujeto a polvo. Las flores se cubrieron de arena, recordando que la naturaleza de lo hermoso también puede ser objeto de miseria. Los esfuerzos del caballo por cerrar los ojos eran en balde. Había polvo en ojos. Polvo en ollares. Polvo en la boca. Las escaleras aun erguidas se veían inmersas en la tormenta viendo como la arena repicaba contra ella. Desde arriba, imperturbable, el cubo arrojaba luz sobre la polvareda. Seguía brillando. El polvo no llegaba a el. A fin de cuentas, eso era el cubo. Un lugar libre de la contaminación terrenal.

Con el tiempo, no se si mucho o poco, todo volvió a su curso. La tormenta ceso. Las nubes volvieron a rizarse en busca de la forma perfecta. Las dunas se asentaron y dejaron que el aire las moldease a su antojo. Las flores volvieron a brillar, y el caballo pudo por fin abrir los ojos. Desde la altura, el cubo ilumino la paz entre cielo y tierra, de nuevo en equilibrio. En perfecta sintonía. Todo estaba en orden. Todo, salvo que yo había matado a mi pegaso.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Tren...

Deja de escribir.
Para. Déjalo.
No escribas.
Tan solo siente.
Percibe,
disfruta.
Ya habrá tiempo.
Tiempo para la nostalgia,
para el regodeo.
Ahora siente el compás,
el traqueteo.
Estás vivo.

Saborealo.
Hazlo tuyo.

Cartagena 18-09-2011

Le Petit Prince

Sin duda
te odio.
Has sacado de mi,
lo mejor y lo peor.
Todo para ti.
Todo a tu favor.

Dices
que he descolocado tu mundo.

Tu me has jodido el día.

Ginebra 12-7-2011

Murashki...

Y aún todavía,
vuelves a mi,
entre costuras.

Guiños
de lo que un día fuí.
Por ti.
Contigo.

Mi mejor yo,
el tuyo.

lunes, 10 de octubre de 2011

Otra vez tu...

Y donde estén tus ojos
seguiré siendo.
Los únicos que me entienden.
Los únicos donde me veo.

Visos...

Mañana, mañana...
Me he pasado una vida odiándote.
Por miedo o por recato
nunca acabas de llegar.

Siempre juegas conmigo.
Nunca para mi.

Otra ilusión...

 Algo se ha roto
y no me termino de encontrar.

Si,
aquí estoy.

Todo parece en su sitio, 
pero no se siente bien.

Suena la falta.
Agoniza el vacío.

Nanas...

Los ojos se me cierran.
Apenas logro sujetar el lápiz.
Me balanceo
en mi propio arrullo.
Levanto la vista
y tu presencia me invade.
En breves
me daré las buenas noches,
pero no del todo solo.
Aquí,
siempre somos dos.

miércoles, 5 de octubre de 2011

En busca de la generación perdida...

 Leo sobre épocas pasadas y los pelos se me erizan. Los ojos se me llenan de lágrimas, y el ánimo se disuelve en el silencio. Me siento a morir. Puede que lejos de ser un sentimiento, sea una realidad de la que solo soy consciente en momentos como este. Cada día que pasa es un paso que no doy, hacía un futuro que me llama.

Al margen de la insatisfacción que muchos sentimos por la época que nos ha tocado vivir, está el resquemor y el miedo de no estar sacando lo mejor de ella. Se que según escribo estás lineas, en algún rincón se está generando una vertiente cultural, que será fuente de inspiración en un futuro. Se está haciendo historia, y yo me lo estoy perdiendo. Me mata. Me muero.

Lo busco y no encuentro. Quizás no sepa buscar. Quizás no exista. Quizás no lo merezca. Solo sé que mientras tanto intento avanzar hacía un mañana mejor. Escribiendo mi propio camino, solo. Demasiado solo. Tanto que asusta...

¿Hay alguien ahí?

lunes, 26 de septiembre de 2011

Genève...

Ciudad que se mueve
a ritmo de tranvías
y violines.
Los pasos
resuenan sobre tu historia.

Te echaré de menos,
a ratos.

Flecha roja...

 Una mañana hermosa. Me encuentro tras el volante. Reconozco mi coche. Salpicadero negro y capo rojo. No hay música. No hace falta. El viento silba y me despeina. Sin duda hace día para ir descapotado. Miro hacia arriba, y el sol me ciega. Cierro los ojos, más tiempo de lo que sería sensato. Permanezco unos instantes así, hasta que las pulsaciones se disparan. Noto como el sol calienta mis párpados. La angustia coge fuerza, pero con desdén la deshecho, y lentamente vuelvo a abrir los ojos. La luz vuelve a llenarme.

 Mientras corrijo suavemente el rumbo, admiro el paisaje. Es agradable. Unas pocas nubes blancas se estampan en el azul intenso de la mañana. Reconozco la sierra de Madrid. La autopista está desierta. Es mía para bien, pero no parece importarme. Con los brazos muy estirados agarro el volante, y reclino la cabeza hacia atrás. El viento sigue amenizando el paseo, con un silbido que me reconforta. Estoy en armonía con cuanto me rodea. La carretera serpentea con unas tenues curvas, y con un suave vaivén mezo el coche por ellas. Huele a brisa y velocidad. Ya no hay contoneo. Solo viento contra mi cara y nubes sobre el cielo. Son realmente hermosas.

 El tiempo pasa. No se si segundos o horas. Me desplazo por una recta infinita, en subida. El coche apenas se resiente. El también parece estar disfrutando. Solos, por el carril central, abarcamos todo cuanto es nuestro. Al fondo nos espera una ligera curva. Es a derechas, todavía en subida. Se antoja bonita, pero por alguna razón decido no tomarla. Prefiero seguir recto, sin cambiar la dirección. Entro en la curva y según avanza, yo me salgo. Poco a poco. Primero el carril izquierdo, y luego el arcén. Las bandas sonoras intentan avisarme de que aún hay marcha atrás, pero no lo hay. Estoy concienciado.

 El choque contra el quitamiedos parte el eje delantero, doblando la rueda hacia dentro y dejando el coche ingobernable. Tampoco me importa. Solo parezco entender la gravedad del asunto,cuando tras pasar por encima del quitamiedos, el coche se precipita por la cuneta dando vueltas de campana. Con la primera vuelta la ventanilla se parte, y mi cara entra en contacto con el cristal y la hierba. Dejo de ver, y aún, sin sentir dolor, percibo como mi cuerpo va ganando inercia con cada giro. No distingo el arriba del abajo. Pero si que noto que a cada vuelta, estoy más en contacto con el suelo. Noto como se me parte el hombro izquierdo, seguido de costillas, brazo derecho y piernas. Casi todo, producto del golpe contra el suelo, y el peso del coche. No sé en que vuelta, lo que queda de mi cuerpo termina por salir, escupido hacia arriba, mientras el amasijo de hierros que antes era mi coche, continua rodando ladera abajo. Noto el sonido de mis huesos rotos contra la hierba, fresca y suave al caer. La boca me sabe a sangre y a tierra, y mis ojos no alcanzan a ver nada entre tanto corte. Ni siquiera hay dolor. Solo esa sensación de saber, que nada está en su sitio. Una mezcla de abrasión, y de sangre corriendo. Apenas consigo respirar, pero eso no es lo que me preocupa.

¿Porqué no despierto?

lunes, 19 de septiembre de 2011

Diálogos... (I)

-¿Que has hecho en tu vida para ir con la cabeza tan alta?

Callo y bajo la mirada. Un segundo que duele.
Con fuego, la vuelvo a levantar.

-Sobrevivir. Sobrevivir y llegar hasta aquí. Así.
Si te parece poco, prueba a salir del espejo...

Último día en Shangrilah...

Un camino serpentea al pie de una colina. El frío de la mañana despierta los sentidos. Al fondo un valle enmarca un prado, que rebosa con flores amarillas. La luz es fantástica. Todo se empapa de los reflejos del rocío. Huele a campo y a inocencia.

No hay fotos. Solo recuerdos. Este día me pertenece, a mí. Ya es pasado. Son ya memorias. Como aquella tarde en Epupa.

 Disfruto de la perfección de lo sencillo. De lo puro. No intento atraparlo ni retenerlo. Simplemente fluye a mi alrededor. O fluyo yo con él. Ya no lo sé. Tampoco importa. Hay paz. 


Corriente...

Hoy no soy.
No más que corriente.
Solo inercia.
Inercia
de momentos como este.

Nessun Dorma...

Noche fresca.
Cálida y suave.
Todos duermen.

Ajenos
a todo,
todos duermen.

No saben lo que se pierden.
No saben nada.
Todos duermen.

jueves, 14 de julio de 2011

Tormenta de verano...

Día de lluvia
y de canciones lentas.
Sosiego.
Repique sobre tejas.
Se me arruga el ánimo
como papel mojado...

Ni una lágrima.

lunes, 11 de julio de 2011

CC

Me he releído, de principio a fin, y como siempre, me he gustado. Me he llegado a creer que puedo hacer algo escribiendo, y desde entonces no he sido capaz de hacerlo. Durante semanas me he replanteado mi forma de escribir. Como hemos evolucionado los dos, tanto en estilo como en contenido.

Perdido en tanta jilipollez, casi olvido el sentido de todo esto. El propósito fundamental, que va más allá de cualquier aspiración futura:

Escribo
porque lo necesito.
Porque lo siento.
Porque son mis manos y mis ojos.
Porque es tan mío
como nada.
Porque es mi voz y mi cerebro.

Escribo por que quiero.
Por que lo llevo dentro.
Escribo por que quema...

domingo, 10 de julio de 2011

Azoteas...

El cielo es rosa.
No,
violáceo.
Muy bonito.
Y yo...
te echo de menos.

Querría echarte de más,
pero no puedo.
Y te odio,
un poco.
Aunque, bien puede
que sea amor
o impotencia.
O sueño
de alcohol
y música clásica...

Eclipse...

¿Te crees que en mi sombra hay luz?
Para mi, es Luz.
Para ti
una obscuridad perfecta.
Tristeza, sin sentido.

Lo siento, pero
en mi amparo,
no está tu felicidad.
Mis sueños
no están contigo...

martes, 28 de junio de 2011

Pusilánime...

Distante.
Cobarde e inmune.
No lo pasaré mal.
No seré yo.

Antes de que eso ocurra,
habré plegado velas
y estaré ya lejos.
Lejos del dolor
Lejos de la falta.

Mejor ser miserable con uno mismo,
que serlo por otro.

Yermos...

Son dias tristes para la cultura.
Tiempos oscuros para el que busca.

"Para tener grandes poetas necesitamos grandes públicos"
Walt Whitman

jueves, 23 de junio de 2011

Moondog...

La vista se pierde por la ventana, 
al compás 
del sugerente balanceo de mi hamaca.

Una cerveza en la mano 
y el mundo en la otra. 
El cielo sobre todos.

Y la música. Siempre hay música.

miércoles, 22 de junio de 2011

Habitación con vistas...

Contemplar
por contemplar.
La mente se aleja,
sinuosa
a la deriva.

Pensamientos que entran
por pensamientos que salen.

Un hilo 
por el que todo pasa. 
Nada se retiene.

Las nubes me comprenden.

"-Son bonitas.
-¿El que?
-Las estrellas... Ya nunca las miramos..."

martes, 21 de junio de 2011

Fête de la musique...

En una ciudad que se esfuerza
por hacerme suyo,
nada falta
y poco importa.

¿Que más da que no hable el idioma?

La música
(la buena música)
no entiende de eso.

Seguir tocando, me teneis ahí...

Jazz tradicional...

Ninguno baja de sus buenos setenta, y ahí están. Haciendo lo que les llena. Lo que les place. Ninguno músico, pero todos genios de lo suyo. Enormes. Felices y jóvenes por un instante. Ni se acuerdan de lo que les ha costado subir al escenario. Mañana les dolerá todo el cuerpo, pero no hoy. Hoy vuelven a ser unos chavales.

Sus señoras, desde abajo, no les quitan ojo. Orgullosas de ver a sus mozuelos en lo más alto, se derriten en miradas que han preservado durante décadas. De vez en cuando, alguna me mira, y me guiña el ojo, en señal de aprobación por mi entusiasmo. Y no es para menos. Creo que estoy más emocionado que ninguno de los presentes, con cincuenta años menos. Manda huevos...

Que grande es la música.

lunes, 20 de junio de 2011

Pretencioso...

Vivo
río
padezco y sufro.
Anhelo.
Amo y siento.

Hago lo mismo que vosotros,
y pese a todo,
creo que nada tenemos
en común...

Desprecio...

Sé que no es sano. Sé que tampoco es justo. Por eso, intento reprimir el sentimiento que en mi producís, pero cuando algo es visceral, poco se puede hacer.

Simplemente os desprecio.

Si. Os desprecio. Por lo que sois. Por lo que queréis ser. Por aceptar las cosas como son. Por esconderos detrás de estereotipos. Por guareceros en convencionalismos. Por no cuestionaros como individuos.

Creo que sobrevaloráis la felicidad...

"...me da vergüenza la especie humana, pero no quiero añadir nada a esa vergüenza, quiero raspar y quitar un poquito de ella" 
Charles Bukowski

sábado, 18 de junio de 2011

Déspota...

Si la ciudad fuera mía,
llenaría las calles de música,
y haría de la vida
una eterna sinfonía...

viernes, 17 de junio de 2011

Inspiración...

Es dificil acotar el arte, marcar donde empieza y donde acaba. Distinguir una raiz, si es que acaso la tiene, o saber qué influencio a qué. Todo se mezcla. Todo se junta. La música inspira a la pintura, y esta a su vez a la escritura, y a la escultura, y a la propia música.

A breves cuentas, el arte inspira al arte, de eso no hay duda. Pero a su vez, todas las disciplinas están ligadas por algo superior y magnánimo. Algo que está más allá de la producción artística como tal. Hay actos, momentos, personas, lugares, circunstancias y sentimientos, que son arte por su propia naturaleza. Hay musas y Olimpos. Gestas y tragedias. Romances...

¿Que mayor aspiración que ser tocado por el arte? Si no puedes ser inspiración, inspirate de cuanto si lo es. El arte llama al arte. Haz arte. Se arte...

jueves, 16 de junio de 2011

Jouez, je suis a vous...

Vivo
entre versos que no escribo.
Entre sentimientos
que no siento.
Tan solo a veces,
los unos y los otros,
me hacen sitio
y comparten conmigo
unos instantes de fantasía...

"... ellos también sienten que la iluminación de esos pocos días es lo que da sentido al resto de su vida."
Kenneth Rexroth

sábado, 11 de junio de 2011

Caterva...

Cual hormigas,
todos marchan al compás
de un baile
incomprensible para mis ojos.

Sin llegar a ser conscientes
de que su insignificancia
llena de sentido sus días,
hacen
del mundo lo que es.

De su ceguera,
nace mi perspectiva.

Me hacen sentir superior.
Bailad malditos,
bailad...

miércoles, 8 de junio de 2011

Más allá del umbral...

Dices,
que quieres compartir mis sombras.
Ser una
con mis penas.
¿De verdad eres consciente de lo que pides?

Pides
que sea más yo que nunca.
Que te arrastre
conmigo,
allá, donde solo hay estatuas.

No,
no debes de ser consciente de lo que pides...

Ojos robados...

  Hoy, me ha vuelto a sorprender un guiño en el espejo. Cada vez es más habitual, que los resquicios de lo que un día fui, se esfuercen por salir, para dejar este cuerpo de una vez por todas.

  Me ocurre al ver mi reflejo en los escaparates, o al toparme frente a un espejo. Ante la presencia de una figura desconocida, mi mirada, siempre busca los ojos. Pero, ¿porque es desconocida? ¿Desde cuando no reconozco mi propia imagen?  ¿Y porque en lugar de ver mis ojos, veo los que tuve en mi infancia? Ese enano rubito me busca en cada esquina...

¿Que pasa cuando mirándote a los ojos, encuentras al que una vez fuiste? Pues, que instintivamente miras el resto de la imagen, y ves el tú, que nunca has visto. Por una vez en la vida, te ves, como el resto del mundo te percibe. Como a un extraño. Un extraño con el brillo de los ojos que tuviste de pequeño. Pero tu sabes que ya no eres ese brillo. Eres el extraño. El extraño con los ojos robados.

Las arrugas de la piel se contrastan con esa nitidez perfecta y cristalina que tiene un ojo sano. Y es en esa superficie vítrea, donde casi puedes ver, todo lo que formó a la persona que ahora mismo tienes delante. Percibes en esa pupila, lo mas puro de ti. Aquel que fuiste, antes de que el mundo te sodomizara y te convirtiese en esa figura que no reconoces en el espejo.

Hay tanto por lo que has pasado. Tanto sufrido, tanto aprendido. Te sientes viejo. Castigado por los envites del destino. Frente a ti tienes a alguien que ha vivido, lo que solo tú sabes. La persona que está contigo todas las noches antes de que el sueño te venza. La observas, con miedo. Con respeto. Y sino lo haces, deberías. Esa persona es la única que conoce todos tus secretos. Ese cuadro que todos escondemos en la alcoba.

Absorto, me pierdo en ese rostro impersonal. Las facciones se van desdibujando, hasta que solo alcanzo a ver una bestia implacable. Una bestia que se resarce de cada dificultad. Una bestia que no muestran atisbo de sentimientos, y donde solo a veces, aflora en sus ojos, una melena rubia, con cara de pillo...

martes, 7 de junio de 2011

Itaca...

El perfume ya se fue,
pero tu olor
todavía
impregna mis sábanas.

Esa vergüenza,
ese miedo,
ese placer...

Todo permanece
en mi cama,
esperándote cada noche,
desengañándome cada mañana...

lunes, 30 de mayo de 2011

Poeta...

Compartiendo París
sus pupilas tiemblan.
Rebosan vida.
Derrochan conocimiento.

Solo allí,
alcanzas a comprender
que su grandeza
no está en sus versos
ni en sus palabras.
Su poesía es él,
y cuanto le rodea.

sobre José María Álvarez

Torpor...

Otra vez
los lazos de comodidad sobre mi.
Me institucionalizo.
Cual mosca, dejo de pensar
y me hundo en la comodidad
de un mundo sin resolver...

"Créeme, estos muros embrujan: primero, los odias. Luego, te acostumbras. Y al cabo de un tiempo, llegas a depender de ellos. Eso es institucionalizarse. Te cierran de por vida, y eso es justo lo que te quitan".

jueves, 19 de mayo de 2011

Anacrónico...

Vivo con la vergüenza
de pertenecer a una generación desmotivada.
Pero no me menosprecies por ser joven.
Odio y amo tanto como tú.

¿Que le voy a hacer si faltan ruinas en mi vida?

Creación...

Aspirar
a que un día, tu obra
pueda ser tocada por esta luz,
bañada por este sol...

Debería ser suficiente...

lunes, 16 de mayo de 2011

Esperpentos...

Violando la pureza del blanco
mi lápiz intenta traerte de vuelta.

Placer...

Imágenes mentales
que quedarán para el recuerdo,
por siempre en mi cabeza.

viernes, 13 de mayo de 2011

España... (II)

Que gran despropósito...

No te queda decencia
para avergonzarte,
ni cultura para recordar,
lo que un día te hizo hermosa.

No te mereces tus ruinas.
No te mereces tu Historia...

Letargo...

Un suspiro que se agota
en la inconformidad del día.
Inalterable,
todo fluye a su alrededor.

Un Todo en la mente,
atrapado
en un sueño eterno.
Tan frágil,
como el cuerpo hueco
en el que habita...

A contracorriente...

No les sigas.

Tu no eres como ellos.

No están perdidos,
No están ciegos.

Simplemente
no quieren ver.
 
No te dejes arrastrar.

Resígnate...

jueves, 14 de abril de 2011

Memento mori

Se eterno en vida.
Solo asi, tu muerte
sobrenadará al recuerdo...

viernes, 8 de abril de 2011

Jazz...

Sentimientos disfrazados de armonia
inundan la sala.
Tan delicados,
tan agresivos,
arañan la sensibilidad de cuantos lo oyen.

En el centro de la escena
un joven descompuesto,
envuelve las notas en terciopelo.
Su cuerpo
se estremece en un gran delirio de genialidad,
mientras su mente
hilvana poesía con cada espasmo.

No es música lo que suena.
Es un hombre, atrapado
en un piano de cola.

Gabriel Zufferey Piano Solo - Ginebra

miércoles, 6 de abril de 2011

Decadencia...

Todo es efímero.
Intrascendente.
Fluctúo a merced
del capricho de los años.

Implacable,
nada queda.
Nada sobrevive
a la obscinación del tiempo,
Solo el arte y sus maestros.
El resto,
somos musgo en la roca.

No es a la muerte a quien temo, sino al olvido.
El duro y frío olvido...

jueves, 31 de marzo de 2011

Constantes...

Mis dias son batallas.
Mi mundo
una guerra.
Una lucha por darle sentido a esta vida.
Y el tiempo...
 
El tiempo es un yugo,
que me recuerda
que ya está todo perdido...
 
"The perfect blossom is a rare thing. You could spend your life looking for one, and it would not be a wasted life"

Katsumoto - The Last Samurai 2003

Eterno...

Quiero sentir en ti,
mi falta.
Saber
que algo de mi,
persistirá en tu recuerdo,
después
de que el olvido
me cubra
bajo su frio manto.

¿Que quiero de ti,
preguntas?
Quiero vivir por siempre
en tu cabeza.

Bourg-de-Four...

Con tu permiso,
tiraré
uno por uno
tus cimientos,
hasta que un día
te despiertes en mis sombras,
donde tus ojos
solo alcanzarán a ver
el vacío
en el que habito,
y seas ya
por siempre mía...

Bourg-de-Four - Ginebra

sábado, 26 de marzo de 2011

Adversidad...

 Me venciste, una vez. Lo recuerdo bien. Tiritando en el suelo, me dejaste a sangrar, hasta que no me quedó nada por lo que sentir. Nada por lo que llorar. Con la rodilla aún en el suelo prometí, no volver a caer.

No.
No voy a caer.
No hoy.
No mañana.

Cierra los ojos.
Disfruta de este momento.
Disfruta de la batalla,
porque sabes
que saldrás airoso.
Fortalecido.

Si...
Adversidad,
yo te reto...

jueves, 24 de marzo de 2011

Abismo...

El día se ensaña conmigo.

Envite tras envite, 
mi integridad se resiente.
No hay tregua.
No veo amanecer.

Empapado de fragilidad,
noto
el abismo bajo mis pies.

Siento
su aliento en la nuca,
hurgando
en las oquedades
de mi ya castigado ánimo.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Credos...

Y llegará un día,
más cerca que lejos,
que el mundo sucumbirá,
bajo distintas banderas,
que no representarán
nación o cultura.

Solo la religión quedará.
La religión,
y sus fanáticos.
Capaces de hacer todo
por sus creencias.
Incapaces de ver nada
por su cuenta.

Entregados en alma,
y ciegos de razón
acabarán con la vida
tal y como a de ser concebida...

jueves, 17 de marzo de 2011

Cenizas...

 Seguro, de cuanto hago.
De cuanto pienso,
avanzo, con paso recto
sobre los escombros
de las bases que me vieron crecer.

Atrás dejé
todo lo que no cabía
en este mundo sin principios.
Lo puro,
lo frágil.
Una bondad exprimida.
Una inocencia explotada.

Mucho ha llovido 
desde que me volví a inventar.
Solo a veces
veo guiños en el espejo,
de aquel
que un día fui.

Ahora, ando,
con seguridad.
La seguridad
que solo tienen
los que se han rehecho de sus cenizas.
De haberte caido
y haberte levantado.
La seguridad que da
el haber sido inseguro...

miércoles, 16 de marzo de 2011

Pequeños filósofos...

 Al nacer, se nos obsequia con una mente en blanco. Vacía y libre. Es el don de la ensoñación. Donde el único limite es nuestra propia mente. Ajenos a cualquier prejuicio, somos la cúspide del pensamiento libre. Cualquier valoración de opinión, no atiende a ideologías ni credos.

 Desde nuestra más tierna infancia, ese don, se va corrompiendo por el pensamiento podrido de las mentes adultas, que nubladas en su propia obcecación, cortan las alas de la imaginación. Ponen nombres a lo inexplicable, y levantan muros que impiden ver un mundo que sus mentes cansadas no alcanzan a entender. Coartan el libre pensamiento, e imponen leyes de las que no seremos capaces de deshacernos por el resto de nuestras vidas.

Supongo que se creen que así el niño aprenderá más, en menos tiempo. El sumun de la eficiencia. Es mejor decirle al niño, que es y que no es, a que el lo vea con sus propios ojos, que lo sienta en sus propias carnes. Vivimos en un mundo en el que parece ser mejor que te enseñen, a que aprendas, y ese es el error de la mente moderna. Una mente que está a la espera de que le digan que y como hacerlo. Una mente tan acostumbrada a no pensar que hasta se le olvida el porqué de las cosas que hace. Que pregunta tan impertinente: ¿Porqué? Suena casi desafiante.

Desde bien pequeños se premia a quien sin preguntar "aprende", y mientras todos asienten y repiten, aquél niño tontito de la esquina... ¿Porque no sigue la clase?

martes, 15 de marzo de 2011

Bohemia...

 Salgo de trabajar. Enfundado en mi gabardina, me termino de poner los guantes mientras cierro la puerta. Como cada tarde el sol me invita a que siga descubriendo la ciudad. Busco nuevas zonas donde perderme, nuevos rincones que hacer míos.

Mis pasos, inquietos, siempre encuentran el camino al casco antiguo. Es increíble lo que me seducen los callejones de esta ciudad. Apenas hay un rincón donde no valga la pena asomarse.

Cafés y terrazas articulan el espacio, donde la gente, sencillamente lee. Ajenos a cuanto no es bello, conforman un marco de ensoñación para cualquier amante del arte. La música se cuela entre la ropa y la vista se funde con la abstracción de la propia armonía. Un sentimiento como de otra época me embriaga. En volandas, me mece y me arrastra por cada rincón de la ciudad.

Tantas cosas que hacer y a la vez solo una. Ser parte de esto....

miércoles, 9 de marzo de 2011

Recién llegado...

 Demasiadas ideas en la cabeza. Demasiados cambios a mi alrededor, y muy pocos puntos fijos donde agarrarme. Sin apenas un solo espacio que llamar mío, no encuentro manera de plasmar todos los versos que revolotean por mi cabeza. Irónico que en una ciudad donde no tengo a nadie a quien llamar amigo, me falte la soledad que necesito para escribir...

martes, 1 de marzo de 2011

De vuelta al frío...

Miradas de soslayo
que huyen espantadas al verse respondidas.
Abismos de hojalata,
fríos
metálicos,
huecos.
El miedo esconde el miedo.
Através de sus ojos asustadizos,
analizan un mundo
que les queda grande.
El mundo es mucho mundo
para el desconfiado.
Incapaces de salir, de su pálido ataúd,
mueren por dentro.
Por fuera, ni un pestañeo.

Eternos solitarios, en un desierto inexpresivo.
Sin duda
esto es el fin del mundo...

                                                                             Finlandia 2011

viernes, 11 de febrero de 2011

El camino del ciego...

Sé que hay bondad.
Sé que hay virtud.
Sé que hay cosas por las que luchar.
Simplemente,
no las veo...

viernes, 4 de febrero de 2011

Solo para violonchelo...

Como la primera bocanada de aire
al rasgar el mar en dos.
Vuelo entre colores.
Canto tras el silencio.
Hipertrofia de sensaciones.
Todo es tangible.

Vuelta a la vida
tras un letargo infinito.
Siento que nada me puede.
Soy eterno.
Sublime.
Simple.

Soy el de siempre.
El mismo que nunca...

Vuelvo a ser yo.

sábado, 29 de enero de 2011

Proyecto...

Pasan las horas. Los días.
Pasan semanas y meses,
y mis pasos vuelven sin descanso
a ese lugar que solo yo concibo.
Mi realidad deambula
en torno a un imposible.
Algo que nunca existirá,
fuera de los límites de mi cabeza.

lunes, 24 de enero de 2011

Melancolía...

 Una canción, un olor, una imagen. Últimamente todo sirve para generar un remolino de sensaciones, que se cuela en mis adentros, y agrieta el fondo de mi ser. Mis ojos se pierden en la inmensidad de la nada. El frío me envuelve y me paraliza. Helado, e incapaz de pestañear  mis corneas se secan. La visión se nubla. Vuelven los recuerdos. Escalofríos sacuden mi cuerpo, que parece gritar en silencio. Cada pelo responde a la llamada, pero es la nuca la que se lleva la peor parte. La habitación se vacía. La seguridad y la fuerza se esfuman. En un banal intento por rehacerme, aprieto los puños, y muerdo el vacío. Siento los dedos helados en la palma de la mano. Los dientes rechinan. Los ojos se humedecen.

 Vuelven los pestañeos, y con ellos el aire. Sigo sintiendo el frío, pero ya no importa. El plano físico ya es secundario. Estoy demasiado ocupado siendo miserable. Me nutro de ello. Por un momento me despojo de mi eterno amor propio. Es necesario. Con él, no podría dejar de quererme. No podría quejarme. No podría culparme. No podría vivir de mis lamentos. No podría ser feliz.

A veces me odio tanto...

Calor...

 En mi mundo hay silencio.
Las sombras son mi abrigo.
En mi mundo hay penas,
lamentos y quejidos.
No pido que las entiendas.
No pretendo compartirlo.
Mi mundo no esta a tu lado
Mi mundo, no es contigo.
Solo quiero que me abraces.
Que me protejas del frío,
por que la noche me asusta.
Quédate. Duerme conmigo...

sábado, 15 de enero de 2011

Fuego y lluvia...

Mi futuro me espera. Mi camino me aleja de mis raíces. Pero siempre seguirás ahí. En cada decisión. En cada paso. Sin quererlo, sobre tu delantal me fraguaste, y me hiciste quien soy.

Donde vaya, te llevaré conmigo. Y si me caigo serán tus palabras, las que me levanten. Las llevo tatuadas en el pecho. Tu apoyo y tu cariño, grabado a fuego. Y cuando lleguemos, allá donde mi maldita ambición nos lleve, sabré que ha sido gracias a ti...

Por siempre,
gracias...

viernes, 14 de enero de 2011

Actitud contemplativa...

El sol sobre la piel.
Contraste
de calor y viento de proa.
Vaivén.
La blancura del blanco
entra a raudales,
violando mis ojos desnudos.
La frescura de la inocuidad
inunda mis pulmones.
La tensión de la superficie,
de un mar finito
me sobrecoge.
Todo parece abarcable.

No estoy en la escena.
Soy parte de ella.
Formo un todo con cuanto me rodea.
El espacio no se entendería
si yo no estuviese ahí,
contemplándolo.
Soy observador
y soy objeto.

Desde un rincón,
todo gira.

Me siento en paz.

Al fondo
el ruido de una discusión.

Los oigo, en la distancia.
No me interesa.
Pero también ellos conforman este momento.
Ellos
y el bramido del mar.

El viento en la cara.
El suave chapoteo de los patines
rasgando el agua.
Destellos que se pierden en cada ola.
Las nubes estampadas
magnifican la arquitectura de los "kos".

Huele a sol.
Huele a calma.

3-12-10 Tailandia

domingo, 9 de enero de 2011

Heridas...

Palabras
que una vez envenenaron el ánimo,
se pudren ahora
en un rincón de la memoria.
Recuerdos empañados por la lluvia,
se esconden
en los pliegues que afloran
cuando nos quedamos solos.

Todo puede ser
objeto de interpretación.
Todo, salvo los sentimientos
que una vez vivimos.
Tan puros,
tan nuestros.
No hay perspectiva que justifique
el dolor que nunca se fue.
No hay razones que expliquen
una herida que nunca cerró.
Ya no hay cabida para la lógica.

En las espinas
que el tiempo enquistó,
solo queda dolor.
Déjalas.
No las toques ya.
Si.
Vivo con ellas.
Pero nunca dejaron de doler.
Déjalas, te digo...

Somos el resultado
de los sentimientos vividos.
Sobran las excusas...

viernes, 7 de enero de 2011

Oquedades...

Insoportable levedad,
que me eleva y me zarandea,
dándome una perspectiva ajena.
Exterior.
Sin mi.
Insoportable vacío
el que dejo tras mi estela,
apenas
imperceptible para el resto.

martes, 4 de enero de 2011

Desvelo...

Espejos contrastados.
Una realidad pesada y etérea
se abre ante mi,
en silencio.

Lo vivido y lo soñado
se funden
en un mismo ser,
dando paso
a la más absoluta levedad.

Levedad
Levedad.
Levedad al percibir
los lazos que me atan
a este mundo.

¿Como pueden unos lazos tan débiles pesar tanto?

Vanalidad de cada sueño...
De lo deseado, lo rechazado, y lo vivido....